Ya se ve que internet, además de ser el nuevo paraíso de los tontos, también es el nuevo paraíso de los pícaros. Uso una palabra suave para referirme a los que explotan en su beneficio las ideas o el trabajo de los demás haciéndolos pasar como propios, a la creciente fauna que se arropa en el patético estaba en Internet, y yo lo cogí de ahí.