Los ataques de denegación de servicio (DDoS) sufridos por Genbeta, Error500 y Menéame vuelven a poner con toda crudeza sobre el tapete la vulnerabilidad de nuestras casas digitales y la necesidad de avanzar en materia de prevención y seguridad informática en ámbitos mucho más domésticos que los bancos y las instituciones.
Habrá lecciones que aprender e iniciativas conjuntas que emprender (porque esto va con todos), pero esta es la hora de repudiar a los atacantes y solidarizarse con los afectados.