Participo en la entrevista conjunta que publica Juan Varela en Soitu para el artículo: Los políticos olvidan internet tras las elecciones.
Mis respuestas completas:
¿Creéis que internet ha tenido más influencia -movilización partidos, debate digital, canon, etc.- en los resultados de estas elecciones?
La participación del electorado ha sido muy similar a las elecciones de 2004, de modo que no me parece que internet haya conseguido movilizar a los ciudadanos. No obstante, la influencia de la red y del resto de medios de comunicación, se proyecta en la clara bipolarización del resultado. Los debates y las encuestas, así como buena parte de la conversación en la red, han girado de modo regular sólo en torno a dos opciones.
¿Qué os llamado más la atención de la campaña y los resultados en la Red?
Lo más llamativo de la campaña han sido los debates limitados a los candidatos de los dos partidos mayoritarios, celebrados fuera de las televisiones y en ausencia de periodistas. En cuanto a la noche electoral, destaco el seguimiento que pudo realizarse en Twitter y el desafío que supone para los medios online que los internautas puedan acceder en tiempo real a los datos del MIR: hay que replantear la intermediación periodística en las jornadas electorales.
¿Han ganado los partidos y su apuesta por el vídeo en YouTube o los ciudadanos particulares y las redes sociales?
Han ganado los partidos en su empeño de polarizar el debate, de sustraerlo de la confrontación con periodistas independientes y de hacer creer a alguna gente que el proceso discurría por los cauces de la web social. Los políticos no han escuchado la conversación de la red, o no han querido o sabido formar parte de ella. Se pidió un debate ciudadano en internet y se obtuvo un simulacro de participación en los canales abiertos por las televisiones en YouTube. Se pidió un cambio en materia de canon y se obtuvo una fotografía de los artistas en el balcón del triunfo.
¿Cambia internet la política o amplifica la que ya existe?
Internet, como ha ocurrido históricamente con otros medios de comunicación, tiende a reforzar las opiniones propias en la medida en que los usuarios y los productores de contenido tienden a exponerse a medios afines (disonancia cognitiva) y a su vez refuerza las opiniones que se perciben como dominantes provocando la marginación o el ocultamiento de las opiniones divergentes (espiral del silencio).
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