A propósito de la genial charla de Hernán Casciari en la clausura del EBE08 (durante la que lloré de la risa), coincido plenamente con Mariano Amartino en que «ninguna de esas herramientas le hubiesen permitido a Hernán subirse a un podio en plan rockstar… su comunidad de lectores».
Y es que la pequeña diferencia que existe entre «lápiz, cuaderno; tiza, pizarrón; bolígrafo, carpeta; máquina de escribir, folio A4; máquina de escribir eléctrica, folio carta; ordenador 286, wordperfect 5.0, formulario contínuo, impresora de chorro» y los blogs, es que con las anteriores herramientas su trabajo tenía que pasar por el filtro de un editor literario o periódístico para alcanzar su público.
Mal que le pese a Hernán, el reconocimiento del público, la fama, los premios, los libros y las columnas en prensa han llegado (muy merecidamente) como consecuencia de su actividad como bloguer.
Hernán, sos un bloguero.