La muerte de Orlando Zapata Tamayo, evitable y cruel como reza la condena del Parlamento Europeo, marca un punto de inflexión en el proceso pacífico que lleva adelante el pueblo cubano para recuperar sus libertades y sus derechos.
El periodista Guillermo Fariñas, quien tomó el relevo de Tamayo en una huelga de hambre que también puede llevarle a la muerte, afirmaba en una entrevista reciente: «hay momentos en la historia de las naciones, y en este caso en la refundación de esta nación, en que es necesario ser semilla, en que es necesario ser raíz, en que es necesario ser muerte».
A diferencia de lo que ocurría en otras etapas de la historia cubana, ahora las protestas ciudadanas y las represiones gubernamentales están siendo contadas al mundo en tiempo real. Cuba ya está cambiando.
¿Qué tenemos que hacer y qué tenemos que decir los medios y los periodistas de las naciones libres ante este proceso? ¿Estamos fallando? Desde luego, no cabe el silencio.
Yo también acuso al gobierno cubano.