El genial invento de Tim Berners-Lee esbozado en Information Management: A Proposal (1989) consiguió materializar la visión expuesta por Vannevar Bush en As We May Think (1945): una solución tecnológica para resolver la sobrecarga informativa basada en la interconexión de documentos digitales.
La Web nació en Ginebra, al amparo del CERN, como un sistema para gestionar la difusión y el acceso a la ingente cantidad de información generada por el acelerador de partículas LHC.
Con el paso de los años, la WWW se convirtió en una gran plataforma de consulta de todo tipo de información (web 1.0) y desde una década es una gran plataforma de participación (web 2.0). Mientras se avanza hacia la web semántica (web 3.0), los desafíos pendientes se multiplican: la neutralidad, el espionaje, la seguridad y el gobierno.
Queda mucho trabajo por hacer, como lo ha reconocido Berners-Lee, y uno no menor es la defensa del enlace, piedra angular de toda la arquitectura de la Web.