Me entrevistó Antonio Gilgado para Diario HOY de Extremadura con motivo de mi conferencia sobre Transformación digital de la comunicación (Badajoz, 23/5/19). Esto es lo que le conté (preguntas editadas):
Información vs. ruido
Uno de los grandes retos sociales y educativos que nos presenta el mundo hiperconectado consiste en la necesidad de desarrollar nuevas capacidades para filtrar de un modo más eficaz la información que recibimos permanentemente de todo tipo de fuentes. Esas destrezas se enmarcan en una estrategia formativa de mayor calado y complejidad que es lo que llamamos “alfabetización digital”. Sin alfabetización digital no hay sociedad del conocimiento, sino puro ruido.
Ciberutopía vs. tecnofobia
Aunque los discursos dominantes acerca del impacto social de la tecnología suelen oscilar entre los tecnoutópicos y los apocalípticos, lo cierto es que existe también un modelo de adopción crítica de la tecnología que, sin rechazarla de plano, propone reflexionar acerca de los impactos y los cambios culturales que siempre conllevan las innovaciones técnicas.
Tecnología y necesidades
Lo que es permanente, y resulta esencial para la supervivencia, es la adaptación al entorno. Lo que es mudable, y es el resultado de la cultura humana, es la configuración del entorno en cada momento histórico. La hiperconectividad es la forma que ha adoptado nuestro entorno como consecuencia de la interacción entre la computación, las redes y los dispositivos móviles de acceso. En consecuencia, las necesidades son distintas porque, con la tecnología como palanca, hemos cambiado el entorno.
Tecnología y miedo
El discurso apocalíptico ante la innovación tecnológica se debe, en buena parte, al miedo que produce la exigencia del cambio cultural. Las tecnologías de la información transforman todos los sectores que dependen de manera más o menos intensiva de la información para funcionar. En consecuencia, casi todas las profesiones y actividades que desarrollamos en los ámbitos en los que ha llegado la hiperconectividad, se ven obligados a cambiar para adaptarse. Eso es lo que produce miedo, y quienes no están dispuestos a cambiar suelen adoptar el discurso apocalíptico como refugio.
Tecnología y promesas
La promesa de universalidad de la red, aunque técnicamente es alcanzable, se enfrenta localmente a obstáculos culturales e idiomáticos que no siempre tienen soluciones tecnológicas. La red amplifica todo lo bueno, y también todo lo malo, que tenemos como personas y como sociedades. A partir de allí, es posible observar una gama muy variada de usos de la tecnología que van desde los propuestos por los fabricantes hasta los redefinidos por los propios usuarios, incluyendo los usos patológicos, perversos y criminales. Aunque la red sea la misma, lo que podemos hacer con ella es muy diverso.
Medio vs. contenido
El medio no solo condiciona el contenido, sino también el lenguaje, la narrativa y el modo de consumo. La información digital no es una forma optimizada de la información analógica, es otra cosa diferente. La hiperconectividad ha cambiado el volumen, la dirección y la velocidad de circulación de la información a escala global, y eso es lo que ha cambiado nuestro mundo para siempre.
Información vs. entretenimiento
La exigencia dominante de los nuevos usuarios de las redes es un mayor valor visual de la información y una mejor narrativa que incluya grados crecientes de interactividad. Estos rasgos, se pueden aplicar a todos los géneros (información, entretenimiento, ficción, comunicación comercial y política).
Pronóstico
Vamos hacia un mundo transdigital en el que veremos tránsitos cada vez más globales y veloces desde el mundo físico al virtual y viceversa. Inteligencia humana optimizada tecnológicamente y máquinas tan humanizadas como las que nos promete la ciencia ficción. El gran reto será trabajar juntos.
Visionarios
Escuchar al que sabe es bueno, aunque a veces se equivoque. La historia de la tecnología está llena de predicciones absurdas, pero los visionarios nos han ayudado a imaginarnos el mundo que podríamos construir. En cuanto al futuro de la prensa y el impacto de las innovaciones, siempre he sostenido un discurso que apuesta por la complementariedad entre lo nuevo y lo viejo, no por la sustitución. Los nuevos medios no matan a los viejos medios, pero les obligan a cambiar.
Ver: Los nuevos medios de comunicación no matan a los viejos, pero los cambian.