Gustosamente acepté la invitación de Twitter para colaborar en el proyecto Twitter Translate, y está resultando una experiencia muy gratificante.
Una combinación de traductores profesionales y crowdsourcing de superusuarios es una estrategia correcta para conseguir buenas versiones de la aplicación en español, italiano, francés y alemán. Como bien dice Marilink, las críticas que se han formulado a la operación, resultan de lo más simplistas.
El grupo Twitter Translators Spanish ya está deparando interesantes debates acerca de los modismos nacionales que hacen tan peculiar al español como lengua global.