Me entrevistó hace unos días Asela Viar para la Agencia EFE sobre políticos y redes sociales, lo veo hoy en Expansión: Facebook y Twitter, herramientas no aptas para políticos oportunistas. Sigue el texto completo de la entrevista.
En su opinión ¿qué uso hacen los políticos de las redes sociales?
Salvo algunos casos contados, el uso que hacen los políticos de las redes sociales es oportunista. Las estrategias de corto plazo articuladas en torno a las campañas electorales no son el mejor método para construir buenas relaciones sociales en la red.
¿Cuáles son las redes sociales más utilizadas por los representantes políticos?
Los blogs, Facebook y Twitter constituyen ahora mismo el trípode sobre el que se asienta cualquier estrategia de comunicación en la red.
¿Qué ventajas ofrecen a la comunicación política? ¿Y desventajas?
La principal ventaja del uso de medios sociales en política, cuando están bien gestionados, es que permiten un mayor grado de acercamiento entre los candidatos y los ciudadanos. El riesgo de los medios sociales tiene que ver con la imposibilidad de escalar las conversaciones: no se puede conversar todo el tiempo con todo el mundo.
Numerosas cuentas de Twitter son falsas o existen en clave de humor, ¿qué papel juega la verificación en la red ante estos casos especialmente cuando la imagen de cargos públicos puede verse dañada?
La gestión de la identidad y de la reputación digital son retos inherentes a la popularización de la red internet, que no se limitan a Twitter ni se circunscriben a los políticos. En cualquier caso, lo que mayor daño produce a la imagen de los cargos públicos no son los perfiles falsos o paródicos en los medios sociales, sino su propia incompetencia.
¿En España pueden tener las redes sociales el mismo protagonismo que tuvieron en las elecciones estadounidenses de Obama?
La primera campaña de Obama se ha convertido en una especie de talismán de la comunicación política, pero lo cierto es que las condiciones históricas, sociales y tecnológicas de los Estados Unidos son muy diferentes a las que tenemos en España.
En caso negativo, ¿es posible que algún día suceda lo mismo en España? ¿Qué condiciones deben darse?
Lo que va a suceder en España es que los partidos políticos ganarán o perderán las elecciones con los medios sociales (no gracias a, ni por culpa de, sino con). Además, los que ganen, tendrán que gobernar con las redes sociales.
En caso afirmativo, ¿los candidatos con más presencia en las redes pueden salir beneficiados o perjudicados en función del uso que le hayan dado, o por el contrario lo determinante es estar presente?
Los medios sociales en una campaña electoral ya no pueden entenderse como una plataforma adicional para la distribución unidireccional de propaganda y mensajes precocinados. Estar en los medios sociales hoy quiere decir estar dispuesto a escuchar, a responder y a cambiar. Los partidos que usen bien los medios sociales tendrán que abrir sus programas electorales y recoger los proyectos y las demandas de la gente.
Cada vez son más los políticos que utilizan las redes sociales, pero pocos las actualizan con frecuencia, ¿a qué cree que es debido?
Las redes sociales están de moda y son una gran tentación para los políticos, pero lo que ocurre, es que la dinámica de los medios sociales exige transparencia, y eso ya es más difícil de asumir de forma regular, más allá de los días de campaña.
¿Cuál es el papel que deben desempeñar los ciudadanos ante este nuevo sistema de comunicación con los políticos?
Los ciudadanos ya se están expresando en los medios sociales y, por ejemplo, van a castigar a los políticos que han aprobado leyes en contra del interés general y a favor de los grupos de presión de las industrias culturales. El impacto a medio plazo de los medios sociales en la política, trasciende a las campañas electorales y transforma tanto las funciones de la política como los modos de gobernar.
¿Qué opina de proyectos como Cyberelector, “una red social de política y opinión que busca una democracia más participativa”?
España tiene que avanzar hacia una democracia más participativa, aunque más que una red social específica, lo que se necesita es una modificación del sistema electoral.
Ver: Facebook y Twitter, herramientas no aptas para políticos oportunistas.