Me entrevistó Xantal Llavina para Talento Digit@l de El Periódico de Cataluña, con motivo del lanzamiento de Los medios después de internet. Esto es lo que le conté (incluyo enlaces):
¿De las últimas innovaciones tecnológicas que tenemos en comunicación, cuál dirías que ha significado más cambio para los medios?
El trípode tecnológico que conforman la red internet, la web social y los móviles da lugar a un nuevo ecosistema comunicativo que puede definirse en términos de “hiperconectividad”. Es el mayor cambio que han sufrido los medios desde la revolución de los satélites a finales de los ochenta.
Dices en tu libro, que los medios cambian cuando cambia la cultura de la audiencia, y aunque el cambio esté inducido por la tecnología, su naturaleza es mucho más profunda. ¿En qué ha cambiado la audiencia de la tv, radio y prensa?
McLuhan nos enseñó que el impacto más profundo que produce la adopción generalizada de una tecnología es el cambio cultural. Con los nuevos medios, las audiencias se han convertido en usuarios y la pasividad receptiva se ha transformado en interactividad en tiempo real y generación de contenidos por parte de los usuarios.
¿La implicación de los espectadores y oyentes crea más pluralidad?
La interactividad y la participación, en grados muy diversos que van desde un “me gusta” a la creación de un canal en YouTube, no solo acercan a audiencias y medios, sino que obligan a los medios a competir con sus audiencias. El nuevo ecosistema permite la emergencia de voces nuevas, convierte a todos los actores en medios (también a las empresas y a las instituciones) y, aunque es más plural, plantea a todos los jugadores el desafío de la visibilidad. Cuando todo el mundo tiene voz pública, el problema consiste en hacerse escuchar entre tanto ruido.
Sobre el impacto de Twitter, en tu libro, hablas de que es mejor como fuente que como termómetro social, ¿falta mucha cultura digital para que llegue a ser un termómetro social real?
Para que Twitter funcionara bien como un termómetro social, su base de usuarios debería ser representativa en términos demográficos, y eso es muy difícil que llegue a ocurrir. No obstante, es un canal muy ágil para descubrir y seguir fuentes relevantes sobre cualquier tema imaginable, así como para identificar tendencias.
Pero en cambio dices que ha mejorado el periodismo, ¿En qué sentido?
Twitter mejora al periodismo porque lo acerca a los ciudadanos y a las fuentes, lo hace más transparente y accesible, le permite reaccionar más rápido y cubrir eventos en desarrollo de un modo más efectivo.
¿A quién consideras prescriptor social?
Los prescriptores sociales son los usuarios de las redes sociales y blogs que han logrado construir, en torno a sus identidades digitales, comunidades sólidas que les otorgan autoridad y amplifican su voz.
Hablas mucho de cuidar los espacios de conversación en la red ¿qué te parecen las puyas entre los partidos políticos que vemos y leemos actualmente?
La comunicación política en las redes sociales es una asignatura pendiente para muchas formaciones y líderes que siguen funcionando en los entornos digitales con las mismas estrategias que emplean en el mundo físico y con los medios tradicionales: propaganda unidireccional.
La declaración televisiva ha pasado a ser un tuit. ¿Consideras que se gana con esto?
La presencia de la televisión transforma el discurso de los protagonistas de la noticia para adaptarse a los tiempos y ritmos de un medio que es implacable con el tiempo, del mismo modo que Twitter es implacable con el espacio. La información “snack” está bien para picotear, pero una buena dieta informativa no se puede basar solamente en ella.
¿Los contenidos de los medios privados tendrán que ser todos de pago? ¿La información no, pero la opinión sí, como está ocurriendo?
Para que los contenidos de pago funcionen, tienen que diferenciarse lo suficiente de los contenidos gratuitos sustitutivos, los precios deben ser razonables y los sistemas de pago ágiles.
De todas las redes, en tu libro hablas sobre todas ellas: Youtube, Linkedin, Instagram, Twitter, Facebook… ¿cuál es la mejor para los contenidos de nuestro periodismo?
Cada plataforma tiene características y estilos que los medios deben conocer, respetar y aprovechar. Una buena estrategia en redes sociales para cualquier empresa informativa es aquella que ajusta los contenidos y la frecuencia de publicación al estilo y cultura de cada red.
¿Para ti The Economist es quien ha hecho la mejor estrategia digital?
En el ámbito de los medios informativos, me parecen especialmente destacables las estrategias de la BBC, The Guardian y The Economist. Las recojo en el libro pues son buenos ejemplos para aprender e implementar.
¿Qué medio de España destacarías como buen ejemplo de fortalecer los vínculos con la nueva audiencia?
Por cercanía generacional, los medios nativos digitales han conectado mejor con los usuarios de las redes, no solo en sus estrategias de interacción, sino también en su concepto de producto. Por distintas razones, son ejemplares: eldiario.es, El Español y Jot Down.
Lo de las redes sociales, afirmas que ya no pasarán de moda y que son auténticos sistemas operativos sociales, ¿A qué te refieres como sistemas operativos?
El concepto de sistema operativo social es la evolución y aplicación de los principios de la Web 2.0 formulados por Tim O’Reilly en 2004: el traslado de las actividades del usuario desde el escritorio hacia la nube, y el grafo social como comunidad de referencia (filtrado, co-creación, feedback y viralización). La gran aspiración de las tecnológicas como Google, Facebook y Twitter es, precisamente, la de convertirse en sistemas operativos sociales: plataformas desde y dentro de las cuales los usuarios puedan realizar todas sus tareas.
Y explicas que es la hora de las narrativas transmedia, y aportar nuevas experiencias a seguidores, Ponme un par de buenos ejemplos…
El ejemplo de referencia es la pieza Snow Fall producida por The New York Times a finales de 2012, hasta el punto en que “to snow fall” se ha convertido en un verbo para indicar la producción de una historia con recursos multimedia, gráficos interactivos y vídeos.
Pero, más allá de la dimensión multimedia (concebida de modo orgánico como parte de la historia, no como ilustración), está la extensión narrativa de un tema en diversas plataformas, cada una de las cuales realiza una aportación exclusiva al universo narrativo y supone para el usuario una experiencia diferente. En este segundo escenario, un caso de referencia es la estrategia de Top Chef que integra televisión, web, redes sociales, aplicaciones, eventos, libros y merchandising.
Tienes claro que el futuro de la televisión pasa por una máquina más inteligente, más social y realmente gobernada por sus usuarios, ¿qué poder deben de llegar a tener estos usuarios?
En buena medida, las experiencias de YouTube, Netflix, Yomvi y Apple TV, son muestras representativas de los nuevos modos de interacción entre usuarios y contenidos audiovisuales que no pasan por la televisión como sistema y que convierten en televisores a los dispositivos informáticos. Hoy, el usuario tiene el control, y cuanto antes lo comprendan las televisiones convencionales, más rápido podrán cambiar para adaptarse.
James Breiner dice que las redes sociales nos abren la posibilidad de dialogar y es ahí donde está el valor añadido para los medios digitales, en la posibilidad de dialogar con sus públicos en mercados que tienen que ser conversaciones… ¿las marcas comerciales son las que lo han entendido mejor?
La metáfora de los mercados como conversaciones proviene del Manifiesto Cluetrain, que ya en 1999 fue capaz de anticipar el impacto de internet en las relaciones entre las empresas y sus clientes. El mundo del marketing, antes que el sector de los medios, fue el que primero entendió y aprovechó el potencial de las nuevas herramientas para extender y transformar las estrategias de comunicación de las marcas y de interacción con los consumidores.
Añades que “Internet no ha matado al papel; existirá, como mínimo, 50 años más”, ¿Se acaba entonces el papel en 2065?
Creo que necesitaremos al menos dos generaciones para liquidar un medio de 500 años, pero de todas formas para vislumbrar el futuro es mejor ser agnóstico respecto de las plataformas: es preferible hablar de medios leídos que de medios impresos.
La tecnología como dices ha generado una competencia infinita. ¿Quién gana? ¿El mejor contenido?
En un entorno informativo definido por la competencia infinita, ganarán aquellos servicios de calidad que hagan ahorrar tiempo a sus usuarios.
Y mientras, por eso, el volumen de ruido informativo es desproporcionadamente alto, ¿Cómo lo solucionamos?
El problema, como lo reconoció hace tiempo Clay Shirky, no es el exceso de información sino la deficiencia del filtrado. Necesitamos mejores filtros, y eso es una buena noticia para los medios y los mediadores.
Para los lectores de Talento Digital, ¿Qué recomendaciones les da José Luis Orihuela para su marca digital?
La clave para construir reputación y comunidad en los entornos digitales consiste en aportar valor de manera regular al menos en un ámbito.