Me entrevistó Diego Fonseca para su libro Amado líder. El universo político detrás de un caudillo populista (HarperCollins México, 2021). Esto es lo que le conté:
Impacto de internet en la política
Aunque los partidos políticos no están utilizando las redes ni para escuchar a los ciudadanos ni para conversar entre ellos, tampoco parece razonable pretender que Twitter se convierta en un sustituto del Parlamento.
No hay soluciones tecnológicas mágicas para los grandes problemas políticos que enfrentan nuestras sociedades, y tampoco tenemos la certeza de que una futura democracia 2.0 resulte más justa, razonable y representativa que la actual.
El incremento de la velocidad y del volumen de información circulante, no son necesariamente buenas noticias para procesos que requieren análisis cuidadosos y decisiones meditadas.
No se puede gobernar a golpe de trending topics, ni convertir a las leyes en ocurrencias impuestas por camarillas de ofendiditos.
Impacto de internet en la relación del Estado con los ciudadanos
Mucho antes de entrar en los terrenos de la representatividad y las consultas electrónicas, hay que plantearse en serio la cuestión de la transparencia.
Los Estados generan volúmenes ingentes de información, con nuestros impuestos, que debería resultar accesible y procesable de modos mucho más eficaces y ágiles.
La pandemia ha demostrado que, también en el ámbito de la gestión de la información pública, hay mucho camino por recorrer aprovechando las ventajas que ofrece la hiperconectividad.
El futuro de los partidos políticos
Como lo explico en el libro Culturas digitales, internet es una gran trituradora de intermediaciones ineficientes. Ninguna organización queda al margen de esa amenaza, y por eso resulta clave abrazar el mantra de la «transformación digital», acelerado por la pandemia.
Los partidos políticos, al igual que las empresas y las instituciones, tienen que plantearse –en esta encrucijada– cómo aportan valor a la sociedad y cómo gestionan la relación con sus públicos en un escenario de desintermediación.
Los ejemplos, en los que pueden mirarse los partidos son los movimientos sociales globales, como «Me Too» o «Black Lives Matter», el calentamiento global o el consumo de plásticos. Frente a la rigidez y a la jerarquía del aparato de los partidos, emerge la liquidez y la descentralización del ciberactivismo.
Uso de la red por líderes populistas
La gran paradoja de la hiperconectividad es que las mismas herramientas que facilitan el empoderamiento de los ciudadanos para hacer escuchar su voz en la esfera pública, también pueden ser utilizadas por los tiranos y los populistas para extender la demagogia y la mentira.
Aunque este doble filo es propio de todos los medios de comunicación, las tecnologías de la conectividad (internet, las redes sociales y los dispositivos móviles de acceso) han cambiado la escala de la comunicación pública y han redibujado el mapa de las relaciones entre el poder, los medios y la gente.
Referencia: Fonseca, Diego, Amado Líder. El universo político detrás de un caudillo populista, HarperCollins México, Ciudad de México, 2021.