El 9 de diciembre concedí una entrevista sobre WikiLeaks a Natalia Arias de Xornal de Galicia, que aparece parcialmente recogida en: WikiLeaks: Un ensaio para a cegueira (12/12/10). Sigue la versión completa:
¿Cree que Wikileaks está dando paso a una nueva forma de activismo en la red -comentarios en redes sociales, cancelación de cuentas en Paypal, convocatoria de protestas…-? Un internauta twitteó titulares de Spiegel y obligó a los medios que están publicando los contenidos de Wikileaks a cambiar su agenda/calendario, ¿están los ciudadanos marcando el ritmo a los medios de comunicación gracias a la red?
Sin duda WikiLeaks marca un antes y un después en la historia del ciberactivismo, pero sus repercusiones trascienden el ámbito periodístico y se proyectan sobre la comunicación confidencial militar, diplomática y corporativa. La red, como gran plataforma de publicación universal, obliga a las instituciones a un tipo de transparencia inédito que va a replantear el modo en el que se conduce la comunicación sobre asuntos reservados. En cualquier caso, la transparencia total es una utopía y ese es el límite de WikiLeaks (no sabemos qué presupuesto tiene, ni quiénes lo financian).
Usted ha comentado que Wikileaks ha demostrado que la red no es neutral, ¿habría sido posible sin internet una filtración de este tipo?
La persecución a la que se está viendo sometido el portal y su fundador revelan de manera evidente la ambición del poder político y económico por delimitar el tipo de contenidos que pueden circular por la red. Aunque la historia del periodismo está jalonada de filtraciones, desde los Papeles del Pentágono en 1971, no se había producido una filtración tan masiva de documentos. La red ha permitido la existencia de WikiLeaks y de sus clones, así como la difusión concertada de sus materiales a cargo de algunos medios de comunicación.
¿Habrá más wikileaks? ¿Los hay ya, pero son menos notorios?
WikiLeaks ya es un meme imparable, hay más de 1.000 clones del portal y seguirán apareciendo portales dedicados a filtrar documentos por países y por sectores. Los medios de comunicación seguirán teniendo una función clave a la hora de analizar, contextualizar e interpretar los documentos revelados. Cuantas más filtraciones haya, más necesario se hace el periodismo.
¿Es esta forma de relacionarse con las fuentes y de filtrar información una llamada de atención al periodismo?
Paradójicamente, WikiLeaks ha dado una gran balón de oxígeno a los medios, pero también ha demostrado sus debilidades y complicidades con el poder. Hay una doble llamada de atención: hay que investigar más y mejor, y no hay que descartar la posibilidad de que alguna vez las filtraciones afecten seriamente a los grandes medios.
¿Va a cambiar la gestión de la información?
WikiLeaks nos ha enseñado que tiene que haber menos secretos y que tienen que estar mejor guardados.
¿Habrá más interés de los Gobiernos por controlar la red?
Los gobiernos y los operadores de telecomunicaciones siempre han tenido interés en controlar la red, y desgraciadamente este caso les ha dado nuevos argumentos para seguir intentándolo. Nos toca a los ciudadanos defender cada vez con mayor convicción la neutralidad de internet, pues es el valor que ha permitido construir la red de la que ahora disfrutamos.
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