La quinta edición de iRedes nos ha dejado un buen inventario de temas sobre los que seguir pensando:
1) El valor de las comunidades en torno a los contenidos.
2) La necesidad de afinar los sistemas de filtrado y recomendación.
3) La imparable tendencia al consumo en pantallas móviles.
4) La transformación, en las industrias culturales, de los productos en servicios.
5) El creciente poder de los nuevos prescriptores.
6) La importancia de aprender a emprender, enfrentando la dificultad de hacer bien las cosas que no nos gustan.
7) La exigencia de aprender a escuchar, a interactuar y a cambiar con la audiencia, para servirla mejor.
8) La emergencia de nuevos espacios, modelos, narrativas y públicos de la comunicación, dentro y fuera de los medios.
9) La búsqueda, por parte de medios y agencias, de nuevos caminos para la publicidad reconvertida en contenido.
10) La atomización del consumo de contenidos, desligados de medios y portadas.
11) La dificultad y la necesidad de desconectar periódicamente para conectar mejor con el prójimo y con uno mismo.
12) El redescubrimiento del poder de la música, la gastronomía y los deportes para generar emociones sociales.
13) La viralización más allá de los memes triviales: las causas sociales.
14) La necesidad de actualizar los prejuicios y los sueños.
15) La revalorización de las opiniones informadas y de las informaciones contrastadas.
16) La tentación permanente de sacrificar la calidad en el altar del tráfico.
17) La importancia estratégica de proteger la innovación en lugar de castigarla, y de fomentar ecosistemas innovadores.
18) La paradoja de tener que transformar la educación para que la educación pueda transformar la sociedad.
19) Conocer el pasado no asegura entender el presente, ni entender el presente garantiza conocer el futuro.
20) El soporte (viejo o nuevo) no es garantía de calidad (buena o mala).
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