Tras el inicio de la campaña navideña, que arranca con el Black Friday, Amazon anticipa que los regalos estrella de estas navidades serán el reproductor multimedia Fire TV Stick Basic Edition, el altavoz inteligente Echo Dot y el reloj multideporte Garmin.
Ya Julio Cortázar advertía en su Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj, lo que ocurre al regalar tecnología: «te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo (…) Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras».
¿Y si, para variar, buscamos regalos que faciliten encuentros y conversaciones y que nos ayuden a desconectar un poco de nuestras prótesis tecnológicas? Aquí van algunas ideas.
Para jugar en familia: uno de los juegos de mesa más populares del mundo Catan (traducido a 39 idiomas, con 27 millones de unidades vendidas).
Para cocinar en la mesa: una plancha Raclette, que hará las delicias de los amantes del clásico queso suizo
Para planificar un viaje: una guía de la colección The 500 Hidden Secrets of…, para sentirse como lugareños en una treintena de destinos de todo el mundo.
Para construir ciudades: edificios emblemáticos y los skylines más famosos con la gama Lego Architecture, que luego sirven como decoración y, tal vez, como detonante vocacional.
Para aliviar el estrés: libros de mandalas para colorear, una magnífica ocasión de recuperar una actividad de la infancia que teníamos olvidada.
Para escritores: una libreta del amplio catálogo de Moleskine, un clásico que no defrauda.
Para nostálgicos del campo: un kit para armar un huerto urbano, muy en sintonía con la cultura de la sostenibilidad y el comer sano.
Para gastrónomos empedernidos: una olla de hierro fundido de Le Creuset, un regalo para toda la vida que se puede estrenar muy apropiadamente en estas fechas.
Para comenzar una colección: un set de lápices de diversos fabricantes y durezas de la mítica tienda de Nueva York CW Pencils.
Para bibliófilos: una primera edición de un libro favorito (que suele ser una novela leída por primera vez durante la juventud).
Para amantes del té: una caja surtida de Twinings (se puede personalizar con las variedades favoritas).
Para caminantes: unos bastones de nordic walking (o travesía) que ayudan a mejorar el ritmo y extienden los beneficios del ejercicio a los músculos de brazos, pectorales, espalda y abdominales.
Para alegrar una habitación: un dibujo original de Christoph Niemann (ediciones limitadas de 100, firmadas y certificadas).
Para melómanos: cualquier vinilo del sello Blue Note, lo mejor del jazz y del blues desde 1939.
Para amantes del chocolate: una caja de 10 barras (o de 100 minibarras) de Pacari, producido en Ecuador y premiado como el mejor chocolate del mundo (International Chocolate Awards).
Para el chef: un juego de los míticos cuchillos de cocina alemanes Wüsthof, fabricados en Solingen desde 1814.
Para nostálgicos: los juegos de preguntas sobre cultura popular That’s So 80’s y That’s So 90’s de Ridley’s Games.
Finalmente, recuerda que regalar calcetines ya ha dejado de ser aburrido, gracias a Happy Socks (aunque no te entusiasmes demasiado con los motivos navideños).
Publicado originalmente en Protege tu corazón (13/12/18). Anterior: Selfis y avatares, nuestra imagen en las redes.